Existen hace más de 70 años, son organizaciones sin fines de lucro y día a día benefician a millones de trabajadores, pensionados y sus familias. Las Cajas de Compensación, agrupadas en Cajas de Chile, son una institución fundamental de la seguridad social en Chile y sus beneficios abarcan diversas áreas como salud, bienestar, educación y créditos, entre otros.
También conocidas como CCAF (Cajas de Compensación de Asignación Familiar), las Cajas de Chile nos acompañan en los momentos más importantes de nuestras vidas. En la actualidad son casi siete millones de afiliados, de los cuales un millón cuatrocientos mil son pensionados, los que reciben sus beneficios.
En este artículo te explicaremos qué son y cómo funcionan las Cajas de Compensación, cómo surgió la asociación gremial Cajas de Chile y quiénes la componen, en qué consiste el llamado crédito social —uno de los principales beneficios de las CCAF— y quiénes se pueden afiliar a una Caja en nuestro país.
Las Cajas de Compensación agrupadas en Cajas de Chile son instituciones que cumplen cuatro características clave:
Las Cajas de Chile son corporaciones de derecho privado sin fines de lucro presentes con más de 400 sucursales en todas las regiones del país. Las Cajas no reciben aportes de las empresas ni de sus trabajadores, se autofinancian y están obligadas a reinvertir sus excedentes en mejores prestaciones para sus afiliados. Esa es su principal diferencia con otras entidades privadas de seguridad social.
Otra particularidad de las Cajas de Chile es que son socias estratégicas del Estado en la administración de ciertas prestaciones de seguridad social. ¿A qué se refiere eso? El artículo 19 de la ley que regula las Cajas de Compensación menciona que las CCAF son responsables, por ejemplo, de administrar los subsidios de cesantía o de incapacidad laboral —las licencias médicas— de un afiliado.
Asimismo, las Cajas pagan las asignaciones familiares, un subsidio estatal que aporta dinero al afiliado por cada carga familiar que acredite. El impacto de este beneficio es enorme: el año 2021 las CCAF pagaron casi nueve millones de asignaciones familiares por un total de $44.449 millones de pesos.
Junto a estos beneficios concretos, la ley encomienda a las Cajas un objetivo más amplio y ambicioso: las Cajas deben “promover, organizar, coordinar y ejecutar iniciativas y acciones que tengan por objeto mejorar el bienestar social de los trabajadores afiliados y su núcleo familiar”. Para eso las Cajas disponen de un conjunto de beneficios en torno a temas de salud, deportes y vacaciones, todos destinados a incrementar el concepto de “bienestar social”.
A modo de ejemplo: las Cajas de Chile en conjunto ofrecen más de 60 centros turísticos exclusivos para el esparcimiento y vacaciones de sus afiliados a lo largo del país.
El origen de las cajas de compensación se puede rastrear en Europa a fines del siglo XIX, cuando la Iglesia Católica dio visibilidad a la llamada “cuestión social” por las precarias condiciones laborales de los obreros industriales. El mismo año en que el Papa León XIII publicó la encíclica “De las cosas nuevas” con estos temas (1891), en Francia un empresario llamado León Harmel creó subsidios para familias y ancianos.
Esas primeras experiencias comenzaron a materializarse en Chile a mediados de 1950, cuando un grupo de empresarios vinculados a la Comisión de Acción Social de la Cámara Chilena de la Construcción instauró un fondo de beneficios para familias de trabajadores. Así, entre 1953 y 1969 nacieron las cuatro cajas de compensación que participan de la industria: Caja 18, La Araucana, Caja Los Andes y Los Héroes.
Esos nombres no son aleatorios. Según la ley 18.833 que regula a las CCAF en Chile, estas deben llevar “un nombre geográfico o histórico nacional” y “no podrán adoptar nombres que correspondan a personas vivas o que induzcan a errores respecto de la identidad entre Cajas de Compensación”.
Finalmente, en 1991 se creó la Asociación Gremial de Cajas de Compensación cuya misión ha sido fortalecer el rol y la sustentabilidad de sus asociadas.
En Chile existen actualmente cuatro Cajas de Compensación que integran las Cajas de Chile:
En conjunto, las Cajas de Chile cuentan con más de 84 mil empresas afiliadas que reúnen a casi 5,5 millones de trabajadores. Si a ese número sumamos los pensionados que también gozan de los beneficios de las CCAF, el total de afiliados en Chile para el año 2021 llegó a 6.887.358 personas.
Como parte del sistema de seguridad social de Chile, las Cajas de Compensación son las encargadas de administrar los llamados créditos sociales, un beneficio exclusivo para afiliados de las CCAF cuya tarea es cubrir, a través de un préstamo de dinero, necesidades básicas de sus afiliados.
Según la Superintendencia de Seguridad Social, estos créditos pueden clasificarse en cuatro categorías: de consumo, hipotecarios, educacionales y para microempresarios. Es decir, se trata de aportes pensados en la compra de una vivienda, el financiamiento de estudios o la iniciación de un emprendimiento, recursos que han beneficiado a millones de trabajadores en Chile.
Las cifras son elocuentes. Entre 2017 y 2021, las Cajas de Chile otorgaron más de nueve millones de créditos sociales por montos que, dependiendo del año, podían ser de $1.278.665 hasta $1.639.797.
→ Si quieres profundizar en este tema, lee nuestra guía sobre todos los beneficios que entregan las Cajas de Chile
La afiliación a una Caja de Compensación dependerá de algunos factores.
Las empresas, por ejemplo, pueden afiliarse colectivamente a una Caja, siempre y cuando sus trabajadores lo decidan por mayoría de votos.
Cuando se da ese caso, los trabajadores dependientes, ya sea del sector privado como del público, quedarán automáticamente afiliados a la Caja que haya elegido la empresa o entidad.
Además de los trabajadores de estas empresas, los pensionados pueden afiliarse de manera individual. Para acceder a los beneficios, el costo de afiliación de un pensionado es de un 1% del monto imponible de su pensión mensual.
¿Hay Cajas de Compensación para independientes? Históricamente, esta categoría de trabajador no había podido participar de los beneficios del sistema de las Cajas de Chile. Sin embargo, a partir del año 2012 —por el Decreto Supremo N° 27 del Ministerio del Trabajo— se autorizó la afiliación individual de los trabajadores independientes que estén cotizando en una AFP y en una institución de previsión de salud.
→ ¿Quieres saber más sobre la afiliación a las Cajas de Chile? Acá te lo explicamos con detalles.
Para saber si estás afiliado a una caja de compensación, solamente necesitas ingresar tu RUT en este buscador de las Cajas de Chile.
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