En Cajas de Chile nos preocupa el bienestar de tu familia, por lo que te contamos más sobre esta importante ley.
Enfrentar una enfermedad grave de un hijo o hija es una de las experiencias más desgarradoras que pueden vivir los padres. La incertidumbre, el temor constante y la necesidad de estar presente en cada paso del tratamiento se mezclan con la angustia de mantener un equilibrio entre el cuidado del niño y las responsabilidades laborales. En estos momentos de vulnerabilidad, contar con el respaldo necesario para poder acompañar a un hijo sin perder estabilidad económica es esencial, y es precisamente aquí donde la Ley Sanna juega un papel crucial para muchas familias en Chile.
La Ley Sanna es un seguro obligatorio para las madres y padres trabajadores de niñas, niños y jóvenes afectados por una condición grave de salud, para que puedan ausentarse justificadamente de su trabajo durante un tiempo determinado, con el propósito de prestarles atención, acompañamiento o cuidado personal, recibiendo durante ese período un subsidio que reemplace total o parcialmente su remuneración o renta mensual.
También pueden acceder a este beneficio, las personas distintas al padre y a la madre, que tengan el cuidado personal de un niño, niña o joven, según resolución judicial. Entre los beneficiarios se incluyen tanto a trabajadores dependientes como independientes que cumplan con ciertos requisitos de cotización en el sistema de seguridad social.
Cobertura de enfermedades
La ley otorga a los padres o tutores el derecho a un permiso laboral remunerado para acompañar a sus hijos en situaciones que demandan cuidados intensivos. Entre las enfermedades y condiciones cubiertas por la Ley Sanna se encuentran:
Cáncer: cuando el niño o niña es diagnosticado con cáncer, los padres tienen derecho a permisos prolongados para acompañar a su hijo en el tratamiento.
Trasplante de órgano sólido o de médula ósea: en estos casos, se concede un permiso para que el padre o madre esté presente durante el proceso pre y postoperatorio.
Accidentes graves con riesgo de muerte o secuela funcional severa: permite que los padres acompañen a sus hijos durante el tratamiento y recuperación de accidentes que pongan en riesgo su vida o dejen secuelas graves.
Enfermedades terminales o estado terminal: la ley también cubre el acompañamiento en situaciones donde el pronóstico de vida del niño es limitado, brindando apoyo en los últimos momentos.
Cuidados paliativos: se otorga permiso para acompañar al niño o niña que requiere cuidados paliativos, asegurando que los padres puedan estar presentes en estos momentos críticos.
Impacto y beneficios
La Ley Sanna representa un importante avance en materia de derechos sociales en Chile, al reconocer la importancia del acompañamiento parental en la recuperación de los menores. Además de garantizar el bienestar emocional de los niños, la ley también protege a las familias de la inestabilidad económica que podría surgir al tener que ausentarse del trabajo para cuidar de un hijo enfermo.
Hoy, gracias a esta ley, los padres y tutores pueden estar al lado de sus hijos sin perder su fuente de ingresos, lo que contribuye tanto a la recuperación del menor como al bienestar general de la familia.
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