La inteligencia emocional es la habilidad que tienen las personas de entender y manejar sus propias emociones en el día a día, lo que los puede llevar a sentir empatía hacia los demás.
De esta manera, al aplicar esta destreza, las empresas pueden gestionar de mejor manera las interacciones diarias, ya que con esto reconocen a los trabajadores como seres humanos.
Por ende, resulta relevante aplicar la inteligencia emocional, debido a que, como explica Forbes, por más que las compañías intenten mantener lo personal fuera del trabajo, las emociones son parte del ser humano, por lo que estas no se puede dejar de lado al comenzar las horas laborales.
En 1990, el psicólogo Daniel Goleman explicó, de acuerdo a Indeed, que existen las siguientes cinco maneras de aplicar la inteligencia emocional en el trabajo:
1.- Conciencia de sí mismo
Tener conciencia sobre sí mismo se refiere a cuando las personas son capaces de no solo identificar sus emociones, sino que también de dónde provienen estas y qué las causa.
Por ende, un trabajador al ser consciente sobre sus sentimientos podrá percibir de mejor manera las emociones de los demás, por lo que podrá ponerse en el lugar de sus compañeros, jefe y clientes. De esta manera, sabrá qué es lo que estos quieren, así como también el por qué.
2.- Autorregulación
Una vez que se tiene conciencia sobre las emociones propias, las personas pueden autorregularlas con el fin de crear un efecto positivo, ya que, si los sentimientos están descontrolados, estos pueden afectar el rendimiento de los demás o la experiencia de los clientes.
3.- Motivación
La motivación se relaciona con la inteligencia emocional debido a que la persona siente el deseo de tener éxito al completar sus tareas laborales diarias, acción que será bien vista por el empleador.
4.- Empatía
Las personas que poseen empatía son capaces de identificar y comprender los sentimientos de los demás. Por ende, conocen cómo enfrentar situaciones laborales que son complejas y necesitan respuestas afectivas.
Un ejemplo de esto puede ocurrir al observar a un compañero que no tiene un buen estado de ánimo y, en vez de forzarlo a realizar sus actividades de manera normal, una persona con inteligencia emocional le preguntará qué le sucede y cómo lo puede ayudar.
5.- Habilidades sociales
Al tener inteligencia emocional, las personas también poseen comunicación afectiva, por lo que pueden escuchar, hablar y resolver problemas con respeto.
Por ende, la persona tendrá más facilidades al momento de hablar con otros, desarrollando así fuertes habilidades sociales, una herramienta que es importante al momento de desarrollar una carrera.
Presidentes de gremios y empresas, ejecutivos, académicos e investigadores se reunieron para debatir y analizar el futuro de la reforma previsional en el encuentro organizado por Cajas de Chile.
Según la encuesta realizada por Cajas de Chile y el Instituto de Políticas Públicas en Salud de la Universidad San Sebastián, más del 80% de los consultados dice no saber.
Desafíos pendientes en salud: ¿Cómo avanzar? fue el encuentro donde participó la ex subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, y el senador Juan Luis Castro.
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